Una de las primeras mujeres en conducir
un automóvil en Salta, fue la doctora Blanca
Rossi, odontóloga, la número uno que ejerció su profesión en nuestra
ciudad. Cuando vino con su padre, el ingeniero Rafael Rossi, desde Buenos Aires
cursó aquí el quinto año en el Colegio Nacional, por esos tiempos reducto
varonil por excelencia. La tradición dice que en los recreos debía concurrir a
la Dirección del establecimiento y esperar allí el sonido de la campana para
volver al curso. Fue la primera mujer bachiller egresada en nuestro medio.
Después pasó a la Universidad de Buenos Aires desde donde regresó con el título
de odontóloga. De inmediato instaló el consultorio y su clientela eran sus
congéneres de sexo. Al poco tiempo adquirió un automóvil, erigiéndose en la
primera dama en Salta en conducir el mismo por la ciudad. Y a la mejor usanza
de 1918, debía calzarse gorra con visera, guantes, antiparras y un guardapolvo
crema. En 1925 surgió otra audaz dama, ésta de mayor alcance, la señora Adela Ligoule de Pucci quien, el sábado
18 de junio de 1925, efectuó el raid “Salta-Jujuy-Salta”,
llevando de acompañante a su esposo que era ingeniero, “por si las pestañas…”
La hazaña causó el lógico revuelo -y porque no envidia- entre sus congéneres.
Honor a las damas del pasado salteño, a las adelantadas, las que marcaron
rumbos. Y Adela, como era de rigor, también lució la misma indumentaria que su
antecesora.
Y lo inesperadamente insólito…
ocurrió. Veinte días más tarde de la hazaña de doña Adela Ligoule de Pucci, un diario comentaba: “A las 24 horas de
ayer, en San Martín y Córdoba, se produjo un choque de autos entre Ceferino Velarde y Julián Matorras. Velarde
llevó la peor parte: desperfecto en el costado derecho, en las dos ruedas
delanteras, el eje torcido y los neumáticos rotos”. Vale la pena preguntarse si
el señor Matorras ¿manejaba un tractor?; pero, ¿cuántos automóviles había en
Salta en el año 1917, cuando ocurrió la colisión?, otra, ¿había chapistas
entonces?
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