Los albos. 1933

  Y prosiguiendo con los hoy “albos”, en aquel 1933, aún no eran “millonarios”, pero iban en camino a serlo, ¿por qué? El jueves 6 de abril (1933) las empresas Juan B. Marcuzzi, Domingo Pescaretti & Biombark y José Coledani presentaron sus propuestas para construir una tribuna de cemento a la comisión integrada por el doctor David Michel Torino, ingeniero Mariano Esteban y Arrigo Morosini. En junio, 60 días más tarde, la empresa Juan B. Marcuzzi terminó la tribuna de 60 metros de largo. Ya iba tomando forma de “millonarios” la cuestión.

Nota de los arbitros a la policia.

  Y para colmo de males, los árbitros dirigieron una nota a la policía para que “tome enérgicas medidas contra los parciales que profieren gritos hostiles en los estadios dirigidos a los jugadores, pero la mayoría de las veces contra los árbitros”, expresaba la nota. Era cierto que los árbitros de antaño eran esperados al finalizar los partidos para ser agredidos físicamente. ¿Y la policía, no actuaba?, “también cobraban ellos, aunque algunos garrotazos alcanzaban a pegar”, comentaban. En la primera fecha del Preparación, los árbitros se cansaron de señalar el centro de la cancha. Anoten: Juventud 15, Mitre 0; Comercio 7, Central Norte 1 y Libertad 5, Gimnasia y Tiro 0. “Recién lo comenzamo y lo tenimo que etrenalo má”, fue el consuelo.

La Asociación de Referees

  La Asociación de Referees, tenía su sede en España 666 y con el transitar de los años y los torneos, fue endureciendo su accionar. En junio de 1936, por reiteradas inasistencias fueron suspendidos: Salomón Díaz (presidente en 1939), dos fechas; Domingo Sánchez y Amadeo Roncaglia, cuatro; Lindor Bravo, Flavio Roncaglia, una; amonestado, Marcelino Pastore; deben justificar Federico A. Miller, Ricardo Galli, Severo López, Evaristo Hernández, Mauricio Abramovich, Rufino Plata, Manuel Cabrera, Dionisio Cardos, Antonio Güemes, Ramón López y Adolfo Agüero. “Pavada i’fayuto, ¿qué no?”, manifestaba un contemporáneo. Cuentan que un árbitro, después de su almuerzo casero, se dirigía en bicicleta a la cancha y al pasar por la casa de un compadre, fue invitado a un “traguito” y a unas “costillitas”, mientras los hinchas esperaban vanamente en la cancha. El referee aceptó otro trago y otro bocado, y después muchos más. “Baleado” a muerte como estaba, era consciente del compromiso asumido y cuentan los testigos que se puso vertical a duras penas, le ayudaron a montar la bicicleta, y en el primer intento de pedalear, otro tremendo porrazo para quedar tendido, “durmiendo la mona”.

La muchachada del Valle de Lerma. 1972

  Corriéndonos un poquito de la capital, no seamos tan indiferentes con la muchachada del Valle de Lerma, ellos también son “uñudos” merecedores de reconocimiento. El domingo 17 de diciembre de 1972, en cancha de Juventud Unida y con pesos 2.242, Massalín (Rosario de Lerma) derrotó a Unión Huaytiquina (Campo Quijano) por 3 a 2 y se proclamó campeón del anual. Massalín: Polanco, Montes, Corbalán, Aramayo, Cañares, Guantay, Burgos, Guaymás, Quiroga, García (2) y Di Pauli (1). Arquero suplente, López y técnico Víctor Cardozo. Huaytiquina: Raúl Guzmán, Carrizo, Lobo, Mario Ovejero, Núñez, Laime, López, Salomón, Cruz, Oscar Guaymás, Walter Ovejero (1) y Ríos (1). Arquero suplente, Gerez y técnico, Juan López.

“recibiendo, recibiendo”

  Claro que la cosecha era más que suficiente para pasar, bien administrado, varios meses bien por más que se atrasara el sueldo proveniente de la capital por dos o tres meses, lo que efectivamente acontecía, al igual que los pobres y hambrientos maestros de las escuelas. Un detalle menor: el tren ganadero arribaba al pueblo todos los miércoles, razón por la cual “su” cosecha personal era cuantiosa y se encontraba perfectamente “blindado” para toda clase de emergencias. Después lo destinaron a Tolar Grande, pequeña población andina vecina del famoso salar Arizaro. Panduro pasó del infierno del calor de Embarcación, al reino del frío. Siempre comentaba “teníamos que evitar el contrabando”. ¿Y cómo actuaban ustedes? “Y bueno, mirábamos para otro lado, pero “recibiendo, recibiendo” siempre”. Con varios años encima, Panduro era un tremendo caminador, gran fumador, y de una envidiable salud. Para él, ir desde la Plaza Alvarado al club Río Segundo, de allí a Independiente y de paso a Villa Mitre, representaba un reconfortante paseo nocturno bien comido y mejor “asentado” por adentro. En todos estos destinos era agasajado como correspondía, aunque nunca lograron embriagarlo. Ignorábamos los detalles de su actividad deportiva en su mocedad, pero al pasar a la tercera edad (primer tramo) intervino como buen policía que había sido, a poner orden dentro de las canchas de fútbol, básquetbol, bochas y donde el deporte se encontrara y lo convocara, como árbitro. El tiempo, como siempre, se fue llevando cosas, y entre ellas, el dinamismo de don Antenor, que al entrar en el terreno de la pasividad física activa, se recostó en el periodismo deportivo. Lo teníamos en Norte (1967-1974) como cronista “volante” de básquetbol y bochas. Teníamos en la sección Deporte, como en el resto de la redacción, las eficientes máquinas de escribir Olivetti y como papel los restos de los rollos utilizados en las teletipos, de cuarenta metros. Una tarde, a la hora de la siesta, cayó Antenor, se sentó y comenzó a darle al teclado, mientras consumía “puchos” en cantidades. Consumió más de un metro de papel, volcando en él, todas las novedades relacionadas con el básquetbol. Lo observábamos sin decirle nada (él tampoco nos tenía en cuenta a nosotros), respetando su concentración, hasta que terminó de consumir el último “pucho” y con ello, su obra maestra. Se acercó a mi escritorio y me extendió “su obra” diciéndome: “Es mi columna de básquetbol”. Muy bien don Antenor, ¿y cómo va a titular su columna? “Balconeando el básquetbol salteño desde la cumbre del cerro San Bernardo”. Aquí el recordado Panduro periodista, aniquiló nuestras pretensiones de seguir escribiendo. No había manera alguna de hacerle entender que para dicho título de un material que normalmente se edita en un par de columna, el presentado por él, era excesivamente extenso. Y don Panduro Diez Arias, cerrando la breve entrevista con su jefe, abrió la puerta de la sala de redacción y se fue con su clásico: “¡Poniendo, poniendo!”

“¡Poniendo, poniendo!”

 “¡Poniendo, poniendo!”, era el lema que caracterizaba al periodista “volante” Antenor Diez Arias, más conocido en el ambiente deportivo como “Panduro”, ex árbitro de basquetbol, pero sindicado a la vez como “mecánico de balanza”, por colocar el fiel de la misma justo en el centro de “su conveniencia”, de acuerdo al “poniendo, poniendo” de los dirigentes de los clubes que pretendían el triunfo de sus colores. Claro, entre los dirigentes, todos eran tan pobres como el propio Panduro. El efectivo, pese a ello, tenía que aparecer. Es cierto también que Panduro, de mucha experiencia en “inclinar” canchas, había llegado a esa instancia de su vida como el “número 11” dentro de la cancha, muy chamuscado, por los pagos no efectivizados en clara alusión al célebre “empatil”, figura atribuido a los vecinos tucumanos, como creadores de la manía de “prometer y no cumplir”, la antítesis de Pocho Perón con su mentado mensaje “mejor que prometer es cumplir”, aun en temporadas de lluvias o en la franja invernal. Panduro había sido cana en su mocedad, y como tal, había tenido varios destinos, siendo Embarcación uno de ellos. Cuentan que cuando llegaba a la estación el tren ganadero por el ramal Formosa-Embarcación, descendían los dueños del ganado vacuno, todo muy bien “forrados” de guita acomodada en gruesas billeteras de cuero. Cuando se instalaban en los hoteles, esperaban la clásica visita del Comisario del pueblo, un hombre vestido de gaucho que alguna virtud psicológica tenía, por si venía mezclados con ellos algún “bandolero” o “cuatrero” buscado por la policía. Los ganaderos, formados en fila, cuando se acercaba el Comisario, “pelaban” la “pulsuda” y sacando un fajo de billetes se lo ofrecían en gesto de amistad. Por atrás venía en agente Panduro quien, con su rebenque, le tocaba la mano y le decía a uno por uno “guarde, guarde”. Finalizada la inspección, Comisario y agente retornaban a la sede de la “canaria”, donde Panduro solicitaba permiso a su jefe para ausentarse a tomar la merienda. Y rumbeaba para los hoteles e imponiendo su autoridad avalada con el uniforme, los formaba en fila y les decía “poniendo, poniendo”, que el Comisario ayuda a los pobres y necesitados de la población.

Recordando a don Angel J. Lesser

   Un dirigente salteño que dio mucho lustre a nuestra provincia, fue don Ángel J. Lesser, quien presidió la delegación de fútbol de la Asociación de Fútbol Argentino, a los Juegos Olímpicos de Amsterdam (Holanda). ¿Quién fue, o quien se recuerda de él? Vivía en Buenos Aires. Es un salteño ilustre para la historia del deporte salteño.

Federación de Atletismo

  En noviembre de 1928, los diarios de la época publicaban noticias sobre la necesidad de constituir una Federación de Atletismo, sin resultado aparente, al menos en los meses siguientes.

La revista de Gimnasia y Tiro. 1942

  El jueves 3 de septiembre de 1942, Gimnasia y Tiro editó una revista deportiva; la tapa estaba ilustrada con dibujos de Dante Antezana. Director, don Víctor Colina; colaborador, Luis Monerris y fotos a cargo de Alfredo Acedo. Dos números duró el entusiasmo de quienes querían dar vida al club a través de un medio informativo. “Y que quiere, los anunciadores “no se ponían” y así nada dura”, fue la excusa a modo de disculpa, lo cual era cierto por otra parte. ¿Recuerdan el empatil tucumano? Funcionaba en todas partes.

Los raiditas automovilísticos Sergio Ríos y Carlos Troche

  En agosto de 1930 pasaron por Salta los raiditas automovilísticos Sergio Ríos Toro y Carlos Troche. El propósito era unir La Paz, desde donde salieron el 25 de mayo con destino a Buenos Aires la meta anhelada. Para arribar a Salta, produjeron una curiosa y atrevida variante para esos tiempos: llegaron primero a San Antonio de los Cobres (3.774 metros de altitud), capital de la entonces Gobernación de los Andes, desde donde se largaron en busca de nuestra capital, tras lograr una buena aclimatación con nuestros aires lugareños.

La Revancha con Bolivia 11 años despues. 1953

  El martes 22 de diciembre de 1953, once años después insistieron los bolivianos. Decía la crónica de antaño: “se presentó en nuestro medio el afamado Bolívar, de La Paz (Bolivia)”. Los “bolitas” traían puna para regalar, y de paso, lo atendieron a Gimnasia y Tiro por 2 a 1. Bolívar: Sánchez, Salinas (este era “gato”, perdón tucumano, ex Central Córdoba), Velazco; Ayala, Santos, Montoya; Brown, Albornoz, Pinola, Velazco y Montenegro. También Sanabria, Ugarte (dos goles), Díaz y Aguilera. Gimnasia: Colussi, Guerra, Ahumada; Cabezas, Gómez, Oviedo; Lezcano, Arias, Alvarado, Díaz y Thames. V. y C. López, Soto, Segundo López (el gol), Sambonini, Morales y Cortés. El 26 de diciembre, con los “bolitas machucados” tras una bien festejada Nochebuena, perdieron con la Liga Salteña 1 a 0; el gol Juan de la Cruz Díaz. El viernes 27, algo repuestos los muchachos, vencieron a Gimnasia y Esgrima por 3 a 1, regresando a las alturas del Sopocachi exitosos.

Salta vs. Bolívar de La Paz. 1942

  El 22 de febrero de 1942, gran triunfo de Salta sobre el Bolívar, de La Paz, por 4 a 3. Los bolivianos, como excusa, declararon que sintieron los efectos de la “bajura” y por eso perdieron. Salta: Vera, Soto y Ferrazudo; Bepre, Corbalán y García; Arancibia, de la Cuesta, Quinteros (3 goles), Contreras y Spaventa. También el santiagueño Juan de la Cruz Díaz (1 gol). Esta vez muy a media la aprobación de los colegas del cuarenta: pusieron los goleadores, pero no la formación del Bolívar.

Inauguración del Club 9 de Julio

  El sábado 9 de junio de 1952, el club 9 de Julio inauguró su cancha de básquetbol. Otro lauro para el deporte salteño: don Carlos Choque. En marzo de 1952, en Buenos Aires, pistola 50 metros: 1-Antonio Cannavó, 2684 puntos  y 2-Carlos Choque, 2681. Este resultado le alcanzó al nuestro para integrar el equipo de tiro de Argentina al Mundial de Oslo (Noruega), y los Juegos Olímpicos de Helsinki. Otro “gran olvidado” del deporte salteño, incluso del propio Tiro Federal de Salta.

Salta 2, Rosario Central 1. 1951

  Y el miércoles 28 de noviembre de 1951, nocturno en Gimnasia: Salta 2, Rosario Central 1. Los rosarinos eran campeones de ascenso. Rosario: Botazzi, Virginio, Blanco; F. Vairo, Minni, Fogel; Tisera, Rosas, Di Loreto, J. Vairo e Intini (1). Salta: Colussi, Clemente, Castellanos; Oviedo, Luna, Cabezas; Lescano, Casals, Alvarado, Díaz (1) y Thames (1). Este Salta era en realidad Gimnasia reforzado. La recaudación fue de 21.800 pesos.

Quien es Corcuera.

  Sí muchachos, Corcuera es el mismo que después brilló en Boca Junior, integró la famosa delantera: Boyé, Corcuera, Sarlanga, Varela y Sánchez. A Boyé, le decían el “atómico” y el uruguayo Varela, lucía siempre su clásica boina blanca, con la que pasó a la historia.

Dedicada a los platenses

  Esta va dedicada a los platenses, que en Salta los hay muchos y buenos “lobos” como el doctor Homero Palma, que vive en Vaqueros. El 6 de mayo de 1951, Gimnasia y Esgrima de La Plata derrotó a la Liga Salteña 4 a 2, en cancha de Gimnasia y Tiro. Gimnasia: Rodenak, Eiras, Olivero; Sales, Arcos, Schandlei; Camacho, Corcuera (1), Araico, Vigo (1) y Barbeito (1). También Ambrosio, Miranda, De la Vega y Vulivachis. Salta: Colussi, Agostinucci (1 en contra), Clemente; Miranda, Luján (1), H. Sastre; López, Ísola, Dagum, Álvarez (1) y Thames. También Quinteros, González, Sosa, Sarmiento y Banegas. Recaudación: 13.841 pesos.

Esta es para Guinness

  ¿Quieren una para enviar a Guinness? En abril de 1948, los jugadores de billa del Café Nipón (Alberdi 51), se declararon en huelga. Los dueños, “ponjas” ellos, muy “atleviditos”, decidieron cobrar 1,80 la hora y ardió Troya. Los de buenos modales fueron superados por los belicosos y los japoneses decidieron llamar a la policía. El Nipón, esa evocación de la no tan veterana Salta, fue el centro obligado de muchas generaciones de salteños. El miércoles 23 de junio de 1954, el “caféleche pala do”, “malche do café neglo”, “sumalino con toltilla”, habían entrado para siempre en el arcón de los recuerdos. Con Hariki incluido, el pequeño mozo que terminó su vida profesional en el bufet de Gimnasia y Tiro. Hariki era famoso en el Nipón por su modalidad: los muchachos le pedían seis cosas distintas, pero él no se hacía problemas. Se daba la vuelta y decía “malche sei sumalino con media luna” y a buscar el libro de quejas.

Consejos del francés Gabriel Revillard

  “El deporte libra a los hombres de los hábitos sedentarios”, dejó escrito como consejo a los varones, el francés Gabriel Revillard.

Pugilista Valentín Remis y su mal recuerdo

  Valentín  Remis fue por muchos años boxeador aficionado, y de los buenos, pues era muy duro de vencer. Después se convirtió en masajista de clubes de fútbol. En noviembre de 1946, le salvaron la vida, al ser rescatado de una isla del río Juramento que crecía cada vez más. La islita ya iba a desaparecer por el nivel del agua, pero los salvadores llegaron a tiempo, recogiendo a Remis y a dos compañeros de pesca. “El pugilista se encontraba en malas condiciones psíquicas, a raíz de la tremenda depresión que le produjo el suceso”, se comentó posteriormente. No existía por entonces el mentado “estrés”, tan en boga actualmente. Claro, los pescadores van a decir ahora que Remis estaba “loco” por los golpes recibidos en el ring y no por pescar, menos en el Juramento, de tan mal recuerdo.

Inscripción de socios en Gimnasia y Tiro. 1947

  Les cuento una breve: en 1947 Gimnasia y Tiro propiciaba la inscripción de socios para determinado deportes. Los aspirantes a la sección fútbol, con sólo pagar 1,50 tenían derecho a usar todas las instalaciones de la entidad. Pensar que ahora les hicieron una tribuna para “Socios de Fútbol”: boletería, entrada, tribuna, partido y fuera, caminando por la vereda del club. Gimnasia fue el campeón anual, con este equipo: Gómez, Pérez, Díaz; Bustamante, Luna, Burgos; Spaventa, Sallent, Acosta, Issa y Thames. Botiquín: Valentín Remis. Gimnasia goleó a Mitre 6 a 1, y a festejar.

Recordando a Adriana Camelli

  Otra dama salteña de proyección internacional olvidada: Adriana Camelli. El Intransigente del lunes 3 de abril de 1947, decía: Adriana Camelli, comprovinciana nuestra integra el equipo argentino que interviene en el lX Campeonato Sudamericano de Natación. El sábado, cumpliendo una gran performance, obtuvo el primer triunfo para Argentina, al imponerse en los 100 libre con 1m19s. Adriana, para encontrarte, tuve que hurgar el carcaj hasta el fondo. ¿Dónde te ocultabas?

Criquet en el norte

  Por estos pagos norteños también se jugó Cricquet hace más de un siglo. Fue en ingenio La Esperanza (Jujuy), el domingo 14 de abril de 1907. Pero la tenida fue entre “gringos” “cotos” y “empatiles”, traducido: jujeños y tucumanos. Ganó el Cricquet Club La Esperanza al Cricquet Club Tucumán por 178 a 92 (¿goleada?, golpeada también). La Esperanza: J. Sánchez, Francisco Leach, Charles Taylor, John Scopield, N. y T. Leach, Francisco Bosth, L. Leach, M. Nouden, A. Stover y J. Lyons. Tucumán: Percy Hill, E. Leach, J. Beaumont, E. Goodeir, C. Hill, M. Figueredo Iramain, E. Hoopman, G. y C. Hilli, E. Lyons y J. Pront. Figueredo Iramain, era periodista del diario El Demócrata, de la ciudad de Salta. Esa es la razón por la cual se publicó el resultado en nuestra ciudad con los nombres de los protagonistas

Los orígenes del críquet

  Los orígenes del críquet son inciertos y han dado lugar a un sinnúmero de especulaciones. La mayoría de los investigadores afirma que el críquet fue inventado por niños de las comunidades ubicadas entre Kent y Sussex en la época medieval. También se tienen datos de un deporte similar, llamado “creag”, que practicaba el príncipe Edward de Nawenden en 1300. Otra frecuente reivindicación ha sido la influencia flamenca. Paul Campbell, profesor del Departamento de Inglés y Teatro de la Australian National University de Camberra, descubrió un poema que data de 1533, atribuido a John Skelton, un conocido poeta y dramaturgo de la época, que es la primera referencia conocida al juego del criquet. En él, Skelton se refiere a los flamencos como los reyes de los "crekettes", los palos curvados que utilizaban los pastores y que supuestamente utilizaban los tejedores para golpear una bola. Por 1550 ya se jugaba en algunas escuelas y más tarde, en el siglo XVll, el críquet se expandía por el sur de Inglaterra en donde se jugaban partidos organizados con 11 jugadores por lado. A fines del siglo XVlll ya era el deporte nacional del país. Con la creación del Midlesex Country Club (MCC) se fijaron las reglas y se supervisó el juego hasta 1969. Más tarde se hicieron algunos cambios y se realizó la primera Copa del Mundo en 1975. Hoy es un juego extremadamente popular en los países que lo han adoptado, pero no tanto en el resto del mundo. (Fuente: Wikipedia)

Fundación del Club Taurino Salta

  El martes 28 de enero de 1947 quedó fundado en nuestra ciudad el Club Taurino Salta. Resolvió “propiciar inscripciones de revistas especializadas en España y Centro América, para que los socios tengan amplio conocimiento del tema”; pretenciosos dirigentes tenían los amantes salteños a la lidia de toro. Las iniciativas siempre se originaban en entusiastas pero ilustres “secos”.

Inauguración de la tribuna de madera en la Liga Salteña de Fútbol

  El domingo 17 de noviembre de 1946, la Liga Salteña de Fútbol inauguró en su cancha de avenida Yrigoyen, la tribuna de madera. En bochas, los campeones 1946: Lino Rizzotti (S. Italiana), individual; Martín Cabezas y Ramón Monasterio (Bochín Club), parejas; Lino Rodríguez, Lisandro Yáñez y José Enrique Tobío (Club San Martín), en tercetos.

Básquetbol femenino en el club Michel Torino

  El mismo mes se anunciaba básquetbol femenino en el club Michel Torino, en Mitre y Necochea. El doctor Jacobo Koss es reelecto presidente de Sportivo Comercio. Anzoátegui elegía a don Dalmiro Gambetta. El básquetbol femenino, a don Francisco S. Urquiza. El Aero Club Salta, a don Carlos A. Peyret. El 23 de julio de 1946: “Salta Club, próximo a cumplir un año de vida, inició ayer las obras de su estadio”, en calle Alberdi.

Techado de las canchas de bocha en la Sociedad Italiana

  Como en botica: en febrero de 1946, la Sociedad Italiana inició el techado de sus canchas de bochas. Lo hizo don Arturo Ísola y se inauguró en el mes de agosto con la presencia de San Nicolás (Buenos Aires), campeón argentino de tercetos: 18-12, 18-8, 18-4, tres triunfos holgadas de los visitantes. Estos bonaerenses no sintieron la “feroz y temida” puna. El 12 de mayo de 1946, el Bochín Club inauguró su cancha de bochas. En fútbol, Vélez Sarsfield porteño, venció 8 a 0 a Central Norte y perdió 3-4 con la Liga Salteña, en marzo de 1946; una semana después, tras una exitosa incursión de Gimnasia y Tiro (“millonarios”) por Jujuy (5-1), la Liga Salteña solo logró empatar 1 a 1.