miércoles, 14 de marzo de 2012

Esta es para Guinness


  ¿Quieren una para enviar a Guinness? En abril de 1948, los jugadores de billa del Café Nipón (Alberdi 51), se declararon en huelga. Los dueños, “ponjas” ellos, muy “atleviditos”, decidieron cobrar 1,80 la hora y ardió Troya. Los de buenos modales fueron superados por los belicosos y los japoneses decidieron llamar a la policía. El Nipón, esa evocación de la no tan veterana Salta, fue el centro obligado de muchas generaciones de salteños. El miércoles 23 de junio de 1954, el “caféleche pala do”, “malche do café neglo”, “sumalino con toltilla”, habían entrado para siempre en el arcón de los recuerdos. Con Hariki incluido, el pequeño mozo que terminó su vida profesional en el bufet de Gimnasia y Tiro. Hariki era famoso en el Nipón por su modalidad: los muchachos le pedían seis cosas distintas, pero él no se hacía problemas. Se daba la vuelta y decía “malche sei sumalino con media luna” y a buscar el libro de quejas.

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