Y prosiguiendo con los hoy “albos”, en aquel 1933, aún no eran “millonarios”, pero iban en camino a
serlo, ¿por qué? El jueves 6 de abril (1933) las empresas Juan B. Marcuzzi,
Domingo Pescaretti & Biombark y José Coledani presentaron sus propuestas
para construir una tribuna de cemento a la comisión integrada por el doctor David
Michel Torino, ingeniero Mariano Esteban y Arrigo Morosini. En junio, 60 días
más tarde, la empresa Juan B. Marcuzzi terminó la tribuna de 60 metros de
largo. Ya iba tomando forma de “millonarios” la cuestión.
“Si quiere cultivar la inteligencia de un muchacho, cultive su cuerpo, hágalo robusto y sano para conformarlo sabio y razonable: que trabaje, que se agite, que corra, que grite, que esté siempre en movimiento, que sea hombre por el vigor para que lo sea por la razón”. (Juan Jacobo Rousseau, 1712-1778, escritor, filósofo, pedagogo e iciador de la psicopedagogía.)
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